¿Qué se siente a los 91 años?
Veo su rostro y las lágrimas me empiezan a brotar.
Lloro al pensarla y saber lo triste que está.
Me sigo preguntando qué salió mal,
¿por qué dejé de verla? ¿por qué lo dejé pasar?
La olvidé por mucho tiempo y ahora sólo me queda llorar; lloro patética, lloro en dolor.
Llora el arrepentimiento, pero llora más el perdón.
Se para a un lado suyo y le dice adiós, le repite cuánto lo ama y vuelve a la resignación.
"Es el destino del pobre", me dice con su ya lastimada voz.
Y llora sin lágrimas, pero le llora el corazón.
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